Luis Candelas
«Anoche una diligencia,
ayer el palacio real,
mañana quizá las joyas
de alguna casa ducal.
Las cuevas de Luis candelas es un restaurante situado bajo el arco de cuchilleros, en una de las salidas de la Plaza mayor.
No
es un sitio que me resulte atractivo. De hecho nunca he comido allí. Me da la
sensación de que se nutre únicamente de guiris, atraídos por una aureola
castiza un poco artificial. El restaurante lo fundó un torero retirado y los
camareros visten con el atuendo típico de los bandoleros del siglo XIX, con sus
redecillas y su trabuco. No te digo más.
Lo
que si me atrae y justifica este intranscendente reseña, es el personaje de
Luis candelas, que esté sí fue un bandolero real y tenía en estas cavas su
guarida.
Un
bandido atípico, más bien un ladrón de guante blanco que jamás manchó de
sangre sus manos. Como el zorro, llevaba una doble vida. Ocultaba su identidad como unfuncionario del Estado de la sección del Resguardo de tabacos en Madrid. Y a veces alternaba con la alta sociedad haciéndose pasar por un rico hacendado de Perú.